miércoles, 3 de diciembre de 2008

Árboles


Jerome Foster
Pues somos como troncos de árbol en la nieve. Aparentemente yacen en un suelo resbaladizo, así que se podrían desplazar con un sólo empujón. Pero no, no se puede, pues se hallan fuertemente afianzados en el suelo. Aunque fíjate, incluso eso es aparente.

Los Árboles de Frank Kafka.

2 comentarios:

El lobo estepario dijo...

Enormes y majestuosos árboles,
se esfuerzan por tocar el cielo,
hasta que un fuerte,huracanado viento, desploma su ego.
Si embargo la hierba, esa humilde que salpica las lindes del caimo, se deja llevar,es libre, no lucha contra el viento, y aunque sus raíces son delicadas, su bella flexibilidad la mantiene viva en el camino.

Un saludo!

konan dijo...

Entre los muchos caminos de la vida, paisajes de nieblas, nieve, sol y aire, la naturaleza nos muestra sus creaciones.
Los árboles que nos deleitan con su frondosidad y su alegría en los paisajes se funden con el resto de seres portadores de historias y fantasía, las flores que crecen junto a ellos se sienten protegidas y adornan con sus colores sin pedir nada a cambio.

Recibe un abrazo como las ramas entrelazadas de esos árboles y la sonrisa de las flores.