…arrastrando a ratos el alma con el cuerpo y otras veces el cuerpo con el alma. Se iban turnando el cuerpo y el alma y no habría sabido decir cuál de las dos partes de sí pesaba más, o dolía menos, debido a aquella suerte de incompletud a la que había sido arrojada…
No mires debajo de la cama de Juan José Millás.
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