lunes, 27 de octubre de 2008

Fuera de aquí


Ordené traer mi caballo del establo. El criado no me entendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté en él. Oí una trompeta a lo lejos, pregunté al criado su significado. No sabía nada ni había oído nada. Me detuvo en el portón y preguntó: ¿Adónde cabalgas, señor? No lo sé, dije, fuera de aquí. Siempre fuera de aquí, sólo así podré llegar a mi meta. ¿Así que conoces tu meta?, preguntó. Sí, respondí, acabo de decirlo. Fuera de aquí, tal es mi meta.

La Partida de Franz Kafka.

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