lunes, 27 de octubre de 2008

Canciones


Esta historia comienza, como casi todas las cosas, con una canción.

Al principio sólo existían las palabras y llegaron acompañadas de una melodía. Así es como se creo el mundo, como la nada fue dividida, como la tierra y el firmamento y los sueños, los dioses menores y los animales, todos ellos tomaron forma corpórea.
Fueron cantados.
Los grandes animales cobraron vida también al ser cantados, una vez que el Cantante hubo creado los planetas, los montes, los árboles, los océanos y los animales más pequeños. Fueron cantados los abismos en los confines del mundo, y los paraisos, y también las tinieblas.Las canciones permanecen. Perduran. Una canción puede convertir en bufón a un emperador o derrocar dinastías. Seguirá viva mucho tiempo después de que los hechos que narra y sus protagonistas se hayan transformado en polvo y sueños condenados al olvido. Tal es el poder de una canción.
[...]
Todas y cada una de las personas que han habitado, habitan o habitarán en este planeta tienen su propia canción. No es una canción escrita por otra persona. Es una canción con su propia melodía y su propia letra. Son pocos los que llegan a cantar su propia canción. La mayoría tememos que nuestra voz no le haga justicia, o que nuestras palabras sean demasiado tontas o demasiado honestas, o demasiado raras. Así que la gente acaba viviendo las canciones de los demás en lugar de cantar la suya propia.

Los Hijos de Anansi de Neil Gaiman.

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