Aquella era una típica escena de universidad durante el descanso del mediodía. Pero ese día, al contemplarla por primera vez después de tanto tiempo, me di cuenta de un hecho. Cada cual a su manera, todos parecían felices. ¿Lo eran en realidad?. En cualquier caso, aquel plácido mediodía de finales de septiembre, la gente se veía contenta y eso me hizo sentirme más solo que de costumbre. Porque yo era el único que no pertenecía a ese cuadro.
Tokio Blues de Haruki Murakami.
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